Nacida en Alemania, en el seno de una familia de origen judío, nunca lo tuvo fácil, pero siempre supo estar en los momentos oportunos para aprovechar las pocas oportunidades que se les otorgaban a las mujeres en al ámbito universitario y científico. Aprovechó que se le permitió asistir a clase en la Universidad de Erlangen hasta conseguir que se revocara la prohibición de examinarse que le permitiría acceder oficialmente a los estudios. No dudo en marchar a Gotinga para recibir (como oyente) las enseñanzas de los mejores matemáticos de la época. Hay que recordar que La Universidad de Gotinga era entonces el referente de la excelencia científica. Tras doctorarse se trasladó definitivamente a Gotinga donde colaborará con eminentes matemáticos de la época como David Hilbert.
Muchos de ellos supieron reconocer el talento de Emmy, intentando que mejorara su situación académica, pero los prejuicios sociales de la época no se lo pusieron fácil. Impartía clase sin que figurara oficialmente su nombre, cuando se le reconoció este derecho, se le negaba el salario. A pesar de ello, Noether era uno de los motores intelectuales de la Universidad de Gotinga. Su labor formativa y estimulante atraía jóvenes de todo el mundo. Del grupo de los chicos de Noether salieron grandes matemáticos como Alexandrov.
El acercamiento de los alumnos de secundaria a la biografía de personalidades ilustres como Emmy Noether, permite ponerle cara amable y cercana a una Matemática que muchas veces les puede resultar angosta y distante. Su sacrificio por lo que realmente amaba, la creación científica, el compartir con otros sus inquietudes matemáticas, su afán por un mundo mejor y en paz, pueden ser un referente para jóvenes con inquietudes. No dudamos además que al acercamiento a la biografía de Noether, pueden fomentar vocaciones científicas
