Resulta un camino privilegiado en el estudio de la historia el análisis de una cofradía penitencial con más de quinientos veinticinco años de trayectoria documentada. La que se puso desde su nacimiento bajo la veneración de la Vera Cruz es decir, de la reliquia de la Verdadera Cruz de Cristo, se estableció en el alma urbanística de la ciudad, en una calle de la Platería que significaba el mundo del trabajo gremial pero, muy especialmente, la entrada del renacimiento en el modo de construir una ciudad. Sus cofrades, con sus alcaldes al frente, fueron clientes privilegiados del más importante de los escultores del barroco castellano, Gregorio Fernández, esencial en la historia global de la Semana Santa y de la configuración de los pasos procesionales. Con días de esplendor, decadencia y recuperación; vínculos con otras cofradías que son los hitos indispensables en la historia social de Valladolid y en sus formas de sociabilidad; relacionada con las muchas instituciones de esta antigua Corte, punto central del funcionamiento de la Monarquía de España; con una dimensión multidisciplinar e incorporando la renovación historiográfica en el estudio de una cofradía, el historiador Javier Burrieza Sánchez (Profesor Titular Historia Moderna Universidad de Valladolid) ofrece al lector un recorrido privilegiado desde el tiempo de los Reyes Católicos hasta el último día histórico de los de la Vera Cruz con la Coronación Canónica de Nuestra Señora de los Dolores. Una lectura para los que gustan conocer historia pero también para los estudiosos de la misma. Y todo con el lema que aportan los documentos de la cofradía Primero faltará la luz que cofrades en la Cruz. Historia de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz en Valladolid.
